jueves, 19 de septiembre de 2019

El toro de La Vega.

Un año más tiene lugar en la «Muy ilustre, antigua, coronada, leal y nobilísima villa de Tordesillas» el inmemorial torneo de El toro de la Vega, festejo popular en honor de la Virgen de la Peña cuyos primeros testimonios recogidos sobre actuaciones con reses bravas datan de 1534.

Para indocumentados que se nutren de lo que dicen los medios de comunicación, hay que decir que el torneo tiene varias reglas de las que cito algunas de ellas: el toro tendrá entre cuatro y siete años de edad, los alanceamientos deben tener lugar dentro de los lugares indicados y serán a cuerpo limpio quedando prohibido cualquier tipo de objeto u obstáculo artificial para defenderse tras la lanzada. Nadie puede molestar al toro fuera de esos lugares y si el animal logra rebasar esos límites, quedará como vencedor del torneo. Se mantendrá el orden en la lidia respetando al primer lancero que haya osado alancear al toro. El vencedor será el que procure al toro la lanzada más certera, valiosa y grave. También se prohíbe alancear al animal con el fin de debilitar o mermarle y de igual modo usar contra él palos, piedras o cualquier otro objeto similar. Se debe celebrar en campo raso donde los participantes podrán ir a pie o a caballo, pero nunca podrán disponer de vehículos y una vez doblado el animal se prohíbe alancear de nuevo, respetando así su muerte.


Este combate entre hombre y toro suele celebrarse a la salida del pueblo en las vegas bañadas por el Duero. Polémico torneo que tras muchos años de presiones animalistas ha visto como dichos grupos han conseguido que la muerte del animal no sea mediante una lanzada. El reglamento autonómico de Castilla y León obliga a que el toro muera tras el festejo y como ya no está permitido tocarle o herirle, una vez concluido, dicha res muere en la oscuridad de un cajón.


Hay aficionados a la tauromaquia que están en contra de esta celebración. Yo apoyo incondicionalmente este torneo. ¿Por qué? Porque los toros son del pueblo y este es uno de los eventos fuera de una plaza más multitudinarios que hay. Este torneo junto a los encierros de Cuéllar es de los festejos populares más antiguos que han llegado a nuestros días. La tauromaquia popular goza de gran prestigio en muchas poblaciones de nuestra Piel de Toro y el motivo principal de esta defensa es que no se puede claudicar ante los ataques animalistas. Aceptar esta derrota supondría poder ver como los animalistas irían después a por los toros embolados del delta del Ebro, el toro ensogado de Benavente o el toro Júbilo de Medinaceli por poner unos ejemplos. Este torneo fue declarado Fiesta de interés turístico de España el 18 de enero de 1980 y el 7 de septiembre de 1999, espectáculo taurino tradicional.

¡VIVA EL TORO DE LA VEGA!

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